El muñeco escondido, representa al Niño Jesús cuando María y José lo escondieron del rey Herodes, quien ordenó matar a los bebés de Jerusalén cuando supo que había nacido el “Rey de Reyes”. En aquel entonces decretaron que solo lo podía encontrar una persona de buen corazón.
Según la tradición mexicana, la persona que encuentra el muñeco que representa al Niño Jesús debe sentirse afortunada, ya que esto le traerá suerte todo el año.
Se convierte también en el padrino del Niño Jesús, por lo que, en México, la persona acostumbra a comprar tamales para todos los que compartieron la Rosca de Reyes.