2 de Octubre de 2023
La Corte Suprema de Justicia reconoció que en muchas ocasiones, como consecuencia de los conflictos personales que se presentan entre los padres separados, uno de estos o ambos hablan mal y desdibujan la buena imagen que sus hijos tienen frente al otro progenitor. Y aunque para muchos puede tratarse de una conducta impulsiva sin mayores consecuencias, el alto tribunal advirtió que este tipo de comportamientos constituyen maltrato psicológico contra los niños, niñas y adolescentes, este delito se paga con cárcel.
El alto tribunal llamó la atención de los padres de familia señalando que reforzar una impresión negativa de su expareja en sus hijos devela un total desinterés del padre agresor por el bienestar integral del menor afectado y también representa una forma específica de violencia de género porque, sin duda, existe una intención de perjudicar al padre o a la madre que es denigrado.
En casos en los que se pueda percibir esta situación, “los jueces de familia deben, forzosamente, tener en cuenta la opinión del menor involucrado, efectuando un examen detenido y razonado de sus manifestaciones, en conjunto con los demás medios probatorios recopilados, en particular, la valoración desde el área de psicología, y la declaración de los progenitores, con plena observancia de su debido proceso”, indicó la Corte.